Hubo 250 casos de alcoholemia y 477 actas fueron labradas por otras infracciones como falta de licencia para conducir, el seguro obligatorio y exceso de velocidad. José Díaz, director de Inspección General de la Municipalidad de Río Grande, evaluó que mermaron los resguardos de vehículos.
727 infracciones vehiculares totalizaron el primer semestre de este
año en los controles que realiza el personal de la Dirección de Tránsito
de la Municipalidad, de los cuales 250 correspondieron a casos de
conductores que, o conducían alcoholizados o se negaron a realizar el
test de alcoholemia, lo que también está penado, por ser una presunción.
Los datos corresponden a la estadística oficial que José Díaz,
titular de la Dirección de Inspección General, informó a este medio, al
ser consultado sobre el efecto de las medidas disuasivas para
contrarrestar el mal comportamiento de conductores al volante y evitar
así siniestros viales.Díaz dijo que “hubo siniestros viales que fueron originados por conductores ebrios, pero podemos decir que no hubo víctimas personales, pero sí daños de mucha importancia” y recordó el caso ocurrido a principio de mayo, cuando una persona al mando de una Renault Duster se estrelló contra un semáforo, al cual dejó inutilizado y ocasionó un enorme perjuicio al erario público que ahora se trata de recuperar.
Casos de alcoholemia
En la mayoría de los casos de alcoholemia las personas involucradas estaban en la franja de edad de los 25 a 40 años, resultando ser 128 casos; mientras que en 58 casos fueron jóvenes de 17 a 25 años; en 29 casos hubo personas de entre 40 a 55 años y diez fueron individuos mayores de 55 años.
Entre enero al 17 de julio de este año, se labraron 477 infracciones de tránsito, con el consiguiente resguardo de los vehículos. En la mayoría de los casos fue por la falta de licencia para conducir, con un total de 236 actas de infracción.
La estadística de este año se completa con 18 casos por exceso de velocidad; 13 casos por violar la luz roja del semáforo y 38 vehículos mal estacionados que obstruían la salida de un garaje privado.
Fuente: El Sureño
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